Los hombres nunca entienden lo que las mujeres quieren decir.
Autor: PowerPuntos
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Carta de un negro
Querido amigo blanco: Un par de cosas deberías saber:
- Cuando yo nací, ya era negro.
- Cuando empecé a crecer, era negro.
- Cuando voy a la playa. soy negro.
- Cuando tengo frío, sigo siendo negro.
- Cuando tengo pánico, soy negro.
- Cuando me enfermo, soy negro.
- Inclusive cuando me muera, continuaré siendo negro.
En cambio, tu, mi querido amigo blanco:
- Cuando naces, eres rosado.
- Cuando empiezas a crecer, te pones blanco.
- Cuando vas a la playa, te pones rojo.
- Cuando tienes frío, te pones azul.
- Cuando tienes pánico, te pones amarillo.
- Cuando estás enfermo, te pones verde.
- Cuando te mueres, te pones gris.
¡Y tú todavía tienes los huevos de decirme que yo soy de color!
Un problemilla para los más listillos.
El vibrador
¡Lógico y absurdo!
Un padre entra al cuarto de su hija y encuentra sobre la cama un vibrador. Angustiado, el padre decide, después de mucho pensarlo, enfrentar directamente el tema con su hija.
Cuando ella llega del colegio le dice: –Hija, quiero que hablemos de esto… –mostrándole el vibrador– ¿Puedes explicarme qué significa?
–Fácil: –dice la dulce criatura– Tú me has enseñado que debo tener una sexualidad responsable y por lo mismo he decidido dar rienda suelta a mi alboroto hormonal con este vibrador por varias razones…
- no debo chuparlo para que se pare…
- no me contagia de SIDA…
- me lo hace cuando yo quiero, por donde quiero y a cualquier hora sin necesidad de andar rogando…
- no me embaraza y lo más importante: cuando no estoy dispuesta al sexo, no me pone los cuernos…
Por lo que he decidido que sea mi pareja…
El padre la mira seriamente, pensando en su interior que ella tiene razón, decide dejarla seguir con su vibrador.
Días después la hija llega del colegio y al entrar a la sala ve a su padre con un vaso de whisky en una mano y con el vibrador en la otra.
Lo mira aterrada y le exclama: –Papá, ¿qué haces con mi Vibrador?…
El padre, que estaba muy entonado, la mira con los ojos brillosos y la lengua medio enredada y le dice:
–Qué… ¿¿¿no puedo tomarme un whisky con mi yerno…???