En el Corte Inglés de Cádiz, había un vendedor que era conocido en la zona por una pericia inusitada en el instante de la venta. Un día, el gerente de la Oficina de El Corte Inglés de Serrano, en Madrid, requirió sus servicios para fomentar la venta en uno de sus departamentos menos explotados: el de Caza y Pesca.
En su primer día, el gerente quiso comprobar in situ cómo aquel supuesto «monstruo gaditano de las ventas», conseguía encasquetar alguna cosa. Vio al hombre ocupado con un cliente y acudió al lugar intentando pasar desapercibido, mirando diversos artículos y escuchando, discretamente, la conversación […]