Dejemos que él mismo te lo cuente.
- ¡Hola! Soy un perro guía y quiero enseñarte cómo debes actuar cuando te encuentres conmigo en compañía de mi amo ciego.
- Antes que nada, déjame decirte que soy un perro de trabajo, no una mascota. Cuanto más me ignores, mejor será para mi amo y para mí.
- Mi comportamiento y mi trato son totalmente diferentes a los de otros perros y debo ser respetado en mi doble función de guía y fiel compañero de mi amo ciego.
- Por favor, no me toques ni me acaricies cuando me encuentre trabajando, o sea cuando me veas con el arnés puesto. Si lo haces me puedo distraer y yo no debo fallar jamás.
- Lo más adecuado, entonces, es ignorarme. ¡Pero no por ello vayas a sentir temor alguno! Los perros guía estamos adiestrados y nunca seríamos capaces de hacerte daño sin motivo.
- Eso sí. Si traes contigo a otro perro, por favor contrólalo para evitar que llegue a producirse algún accidente cuando pase a mi lado o al lado de mi amo ciego.
- Por favor, no me ofrezcas golosinas ni alimentos: mi amo ciego ya se encarga de ello con esmero. Estoy bien alimentado y tengo un horario prefijado para ir a comer.
- Cuando te dirijas a una persona ciega que se acompaña por un perro guía como yo, háblale directamente a él y no a mí.
- Si un ciego con perro guía llegara a solicitarte ayuda, acércate por el lado derecho, de modo que yo quede a la izquierda.
- Me ordenará entonces que te siga, o bien te pedirá que le ofrezcas tu codo izquierdo. En tal caso me hará una seña para indicarme que estoy temporalmente fuera de servicio.
- Si un ciego con perro guía te pregunta direcciones, dale indicaciones claras del sentido en que debe girar o seguir para ubicar el lugar al cual se dirige.
- No corras ni tomes del brazo a una persona ciega en compañía de un perro guía sin antes hablarle. Tampoco toques mi arnés, ya que el mismo es sólo para el amo ciego a quien acompaño.
- Los perros guía tenemos lugares y horarios predeterminados para evacuar nuestros esfínteres.
- Yo, como perro guía, estoy habituado para viajar en todo medio de transporte echado a los pies de mi amo ciego sin causar molestias a los pasajeros, tanto dentro como fuera del país.
En virtud de su riguroso entrenamiento, los perros guía están habituados y capacitados para acceder y permanecer junto a sus respectivos amos en todo tipo de establecimientos, tanto de salud como en centros comerciales, restaurantes, supermercados, cafeterías, cines, teatros, centros de estudio o trabajo, etc., sin causar alteración al normal funcionamiento de los mismos ni molestias al personal o al público.
En los lugares de trabajo, los usuarios de perros guía se encuentran capacitados para ejercer sus funciones con ellos a su lado. Acorde al entrenamiento que reciben, los perros guía nunca vagan a su arbitrio por los recintos, sino que permanecen echados a los pies de su amo ciego. Los perros guía tienen el mismo derecho que estos para gozar de libre acceso a todos los lugares públicos.
- ¿Me ayudas a difundir todo esto?
- ¡Gracias, amigo mío!